¿Qué son las Constelaciones Familiares?

Una constelación familiar es una forma de terapia de grupo desarrollada por Bert Hellinger.

Hellinger, en sus trabajos terapéuticos con terapia sistémica, descubrió los órdenes del amor de las constelaciones familiares, al comprobar que los sistemas familiares, al igual que otros sistemas, tienen su propio orden natural, y que, cuando ese orden se trastoca, los efectos repercuten en las generaciones futuras.

Parece ser que existe una especie de conciencia, que opera como un “gran alma” familiar, que obliga a los miembros de la familia a cumplir ciertas leyes para mantener “ese orden” que permite el flujo de amor interno. Cuando ese orden se trastoca, el sistema, al intentar recuperar su equilibrio, parece ser despiadado con algunos de sus miembros, y los empuja a seguir o repetir suertes y destinos trágicos.

¿Cómo es posible que los mismos patrones –adicciones, muertes trágicas, etc.- se repitan en diferentes generaciones de una misma familia? ¿De donde surgen esos impulsos incontrolados que dominan a algunos miembros de forma compulsiva?

Existen modelos psicológicos y sociológicos que explican de formas diferentes estas suertes o destinos trágicos. Pero... 

¿Cómo se explican los fenómenos que suceden en los talleres de constelaciones familiares?

En cuanto los participantes de una constelación son situados en relación unos con otros, ya no actúan y sienten como ellos mismos, sino como los miembros de aquella familia que representan, desarrollando incluso síntomas físicos de aquellas personas. 

¿Cómo se explica que puedan experimentar los sentimientos y sensaciones de los miembros de una familia que desconocen, o que salgan a la luz sucesos ocultos o desconocidos para los miembros de dicha familia? 

El Escenario

En un taller de constelaciones familiares, los participantes se sientan en círculo y se presentan al resto del grupo. La/elterapeuta comenta brevemente la experiencia vivencial en la que van a participar, e informa de las personas que van a hacer su constelación familiar, entre 12 y 15 personas durante un fin de semana. El resto de las personas tendrán la oportunidad de participar como representantes o como observadores.

La Exposición

Le toca el turno al primer participante, por ejemplo María. Esta se sienta al lado de la/el terapeuta y le explica el tema que desea “representar”: “dificultades con su pareja”, “problemas con sus hijos”, “malas relaciones con sus padres”, “dificultades económicas”, “insatisfacción en el trabajo”, “problemas de salud”: una enfermedad física, depresiones, etc.

Seguidamente, María intenta describir su problema: habla de su madre, o de la personalidad de su padre, o del abandono o los malos tratos,... pero sin darle tiempo a entrar en detalles, la/el terapeuta interrumpe la exposición: “no me interesa”. Los datos que interesan tienen que ver con sucesos trágicos y separaciones en la familia actual y muy especialmente en la familia de origen:

¿Alguna muerte en la familia? ¿divorcios o parejas anteriores? ¿alguna persona excluida o expulsada de la familia o tratada como la “oveja negra”? ¿estafas de herencias? ¿injusticias graves?, ... (estos sucesos se pueden remontar hasta varias generaciones: abuelos, bisabuelos e incluso tatarabuelos).

María, tras presentar el tema que desea constelar, expone los hechos ocurridos en su familia.

La Colocación

La/el terapeuta decide qué miembros de la familia deben ser representados primero, pero es María quien elige a los representantes para los diferentes miembros de su familia. Por ejemplo, un representante para su madre, otro para su padre, otro para su hermano y otro para ella. 

Siempre que sea posible, los hombres representan a hombres y las mujeres a mujeres, y han de ser personas ajenas a la familia y que no conozcan a la persona que van a representar.

María coloca a las personas elegidas en algún lugar dentro del círculo, en la posición y en la dirección que ella intuitivamente siente (por ejemplo, el padre y la madre juntos en el centro de la sala, mirando hacia la hija, y el hermano al otro lado). Seguidamente, les pone las manos sobre los hombros y, mirándoles a los ojos, les dice: “tu vas a ser yo”,... “tu vas a ser mi padre”,... “tu vas a ser mi hermano”... y “tu vas a ser mi madre”.

Una vez que los representantes están colocados, María se sienta de nuevo y observa cómo se desarrolla su constelación familiar.

El Funcionamiento

El/la terapeuta les pide a los representantes que se dejen llevar por lo que sienten... Al cabo de unos instantes, la madre puede sentirse incómoda donde está y empezar a moverse a otra posición, alejándose de su marido. A continuación la hija puede seguirla,... La/el terapeuta pregunta: ¿Qué te pasa con tu marido?...¿Qué siente la hija?... ¿Qué tal el padre?...

En tan sólo unos instantes, y sin ningún conocimiento previo sobre la familia que están "representando", los participantes elegidos empiezan a comportarse como los miembros originales de esa familia, experimentando sentimientos y sensaciones corporales relacionadas con la persona a quien están representando.

Según se desarrolla la constelación, la/el terapeuta puede sacar un representante para un abuelo materno, su exmarido o exnovio, o representantes para una hermana de la madre que se murió hace años, un bebé fallecido, o incluso un aborto.

El Fin de la Constelación

El desenlace de estas misteriosas manifestaciones energéticas suele ser una radiografía muy precisa de los vínculos invisibles de amor y dolor que unen a los miembros de esa familia, desde los hijos hasta los abuelos (a veces también los bisabuelos o tatarabuelos). 

Cuando el sistema se ha estabilizado, se obtiene una imagen que refleja muy gráficamente lo que sucede dentro de esa familia, y con frecuencia pone al descubierto secretos familiares que ninguno de los asistentes conocía con anterioridad.

La nueva “imagen-solución” es interiorizada más allá de lo que la mente puede percibir. Tal comprensión no sólo proporciona un gran alivio a quienes hacen su constelación familiar, sino también a los representantes, quienes experimentan sensaciones liberadoras y sanadoras, especialmente cuando hay "coincidencias" con las vivencias de la persona representada.

En las constelaciones, existe un orden espacial básico. Cuando se alcanza ese orden, todos los miembros de la familia se sienten bien, ya que ese orden armoniza y resuelve las relaciones/conexiones negativas existentes.

La Disrupción del Orden Natural

Las leyes que causan la disrupción del orden natural del sistema pueden ser transgredidas inconscientemente de muchas maneras diferentes. 

1.      Cuando se aborta un bebé o nace muerto y no hay duelo o no se habla de ello.

2.      Cuando niños o adultos jóvenes mueren y no hay duelo...

3.      Cuando se regalan niños para adopción y no se vuelve a hablar de ello... 

4.      Cuando los padres adoptivos no reconocen a los padres naturales de sus niños... 

5.      Cuando no se reconocen a los compañeros anteriores o las relaciones importantes y no se les honra... 

6.      Cuando las experiencias de guerra no son recordadas y no se honra a los muertos... 

7.      Cuando se ocultan "secretos" familiares graves...

Cuando sucede alguna de estas circunstancias, los efectos son sentidos por las generaciones siguientes, a veces 2 o 3 generaciones después. Estos efectos se manifiestan en cosas como: suicidios, depresiones, parejas sin hijos, enfermedades mentales y físicas, adicciones,... a menudo, sin tener conocimiento consciente de lo que ha ocurrido en las generaciones anteriores. 

Los Datos Importantes para hacer una Constelación Familiar

Antes de asistir a un taller de constelaciones familiares, los participantes deberían de repasar y consultar sus antecedentes familiares, como si se tratara de ordenar el árbol genealógico.

A la hora de representar una constelación familiar, la personalidad y las características de los miembros de la familia no son importantes, y es preferible no dar información que pueda condicionar o distraer la “inocencia” de los representantes.

Los hechos más importantes en una constelación familiar son los sucesos trágicos ocurridos en la historia de la familia de origen (padres, abuelos...) o en la propia familia. Las preguntas más importantes tienen que ver con:

1.         “Muertes tempranas” (antes de aproximadamente los 25 años).

2.         “Crímenes cometidos por miembros de la familia”.

3.         “Sentimientos de culpabilidad extrema sin razón aparente”.

4.         “Relaciones previas de los padres y sus consecuencias: nacimientos, accidentes, minusvalías, adopciones,...” (Las relaciones de quien hace su constelación juegan un papel relativamente pequeño).

A continuación, incluimos una descripción más amplia de los principales hechos que dejan una profunda huella y pueden “marcar” a varias generaciones de una familia. 

 El Problema

La disrupción del orden natural del sistema causa desajustes y enredos invisibles que sufren las generaciones siguientes. Los hijos se convierten en padres, involucrándose en los asuntos de los padres, y tratan de hacerles sentirse mejor cargando con su sufrimiento. Cuando crecen, con frecuencia, sienten rabia y algunos intentan vivir una nueva vida “distantes”, separándose o rechazando a su familia. A veces viajan al otro lado del mundo para intentar desenredarse, pero no funciona. Se mantienen atados a sus familias y no están libres para continuar con sus vidas. Como consecuencia de ello, cuando establecen nuevas relaciones con otros hombres o mujeres, no pueden entregarse por completo, ya que aún están atrapados en la relación con sus padres.

El orden en las relaciones familiares

Gracias a los trabajos fenomenológicos con constelaciones familiares, se han podido determinar el origen sistémico de muchos problemas y encontrar sus soluciones. De esta forma, sin renunciar a los lazos de amor invisibles que nos une a nuestra familia, podemos liberarnos de todo aquello que supone una cadena o una carga que no beneficia a nadie.

Las constelaciones familiares

·        Sacan a la luz y resuelven enredos y relaciones confusas dentro de la familia y en otras relaciones.

·        Mejoran sustancialmente las relaciones de los padres con los hijos, y ayudan a resolver situaciones familiares relacionadas con la infertilidad, la adopción o la custodia, los abortos, las separaciones, los divorcios,...

·        Ponen al descubierto las razones de sufrimientos físicos y emocionales (migrañas, asma, desordenes de la alimentación, dolores de espalda crónicos, depresiones, ansiedades y fobias, tendencias suicidas, problemas con las drogas o el alcohol,...)

·        Rompen cadenas o ciclos generacionales de sufrimiento, alineación, abuso y disfunción en la familia, ayudando a enfrentarse positivamente con enfermedades graves o deseos inconscientes de morir.

¿Qué sucede en una constelación familiar?

El representante parece acceder a un nivel diferente de conocimiento sobre ese sistema familiar, un fenómeno difícilmente explicable científicamente. 

Estos fenómenos que se presentan a veces en otras formas de terapia, como el psicodrama o las esculturas familiares, aún no han obtenido la atención que se merecen.

Se manifiestan como campos energéticos que existen de la misma forma que existen los campos electromagnéticos, pero funcionan de forma diferente, "conteniendo" o "almacenando" información y energía de los sistemas, los grupos, las especies,....

Algunos lo relacionan con los campos morfogenéticos o “campos de conocimiento” (the knowing field). Otros creen que lo que sucede en un taller de constelaciones es un desafío a cualquier explicación científica y pertenece más bien al campo de la psicomagia.

Lo importante, no obstante, es que la terapia de constelaciones familiares funciona y opera de formas misteriosas en el “gran alma” familiar, y ayuda a recuperar “el orden” en las relaciones dentro de la familia, afectando no sólo a los asistentes al taller, sino también a otros miembros de la familia no presentes,... quizás incluso también a los seres fallecidos (especialmente cuando su muerte ha sido violenta).